miércoles, 1 de marzo de 2023

IMPULSAR LA IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN

 

Como empleada pública, hay varias cosas que se pueden hacer para impulsar la igualdad y no discriminación. En primer lugar, es importante promover la igualdad y combatir la discriminación por medio de leyes e instituciones y alentar el discurso público inclusivo y basado en derechos[1]. La Agenda 2030 ha generado un empuje a favor de la igualdad y no discriminación. Para aumentar el respaldo público para las sociedades igualitarias, inclusivas y diversas, libres de discriminación se pueden recopilar y difundir pruebas, relatos sobre derechos humanos y mensajes eficaces en apoyo a la inclusión. También es importante prestar especial atención a grupos vulnerables como mujeres, discapacitados y migrantes[2].

Además, se puede llevar a cabo una evaluación para determinar si la discriminación está teniendo lugar dentro de las empresas[3]. Es importante implantar una política de empresa que establezca procedimientos claros sobre la no discriminación y la igualdad de oportunidades, y comunicarla tanto a nivel interno como externo.

Una política de empresa que establezca procedimientos claros sobre la no discriminación y la igualdad de oportunidades debe incluir los siguientes elementos[4][5]:

• Comunicar la política a todos los empleados y asegurarse de que se entiende.

• Asegurarse de que los empleados no sean castigados por denunciar casos de discriminación, por participar en una investigación o en un juicio de discriminación o por oponerse a prácticas discriminatorias.

• Llevar a cabo una evaluación para determinar si la discriminación está teniendo lugar dentro de la empresa, por ejemplo, utilizando un cuestionario.

• Promover la igualdad de oportunidades y trato en el lugar de trabajo en todas las fases de la relación laboral, incluidas las contrataciones, asignaciones de tareas, acceso a formación y promoción.

• Evitar la discriminación contra trabajadores con responsabilidades familiares.

• Alentar y apoyar a los proveedores para que actúen análogamente.

Además, es importante recordar que el principio fundamental es el no discriminar. La observancia por las empresas de las políticas públicas concebidas para reforzar la igualdad de oportunidades y trato en el empleo no constituye discriminación.